Un sismo de magnitud 6,3 sacudió el norte de Afganistán el lunes, dejando al menos 27 personas fallecidas y cerca de un millar de heridos, según el balance preliminar de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (ANDMA). Las provincias más afectadas son Samangan y Balkh, especialmente el distrito de Kholm, donde se ubicó el epicentro.

Las imágenes en Kholm muestran a residentes retirando escombros bajo la lluvia, entre muros derrumbados y techos abiertos. Las réplicas han intensificado el temor de la población, que enfrenta temperaturas que podrían descender hasta los -20 °C, sin mantas, ropa adecuada ni medios para calentarse.

La ministra Sharafat Zaman informó que las operaciones de rescate fueron completadas gracias a la rápida respuesta de las instituciones competentes. No obstante, la situación humanitaria sigue siendo crítica.

La compañía nacional de electricidad continúa reparando las líneas afectadas, que provocaron cortes de energía en varias zonas. Además, las organizaciones internacionales advierten que la ayuda será limitada debido a la grave crisis presupuestaria que atraviesa el país, agravada por el retiro de donantes internacionales, entre ellos Estados Unidos.

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El terremoto revive el recuerdo del sismo de agosto en el este del país, que dejó 2.200 muertos, siendo el más mortífero en la historia reciente de Afganistán.





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